Por Nicolás Mavrakis para Tiempo Argentino – 8/7/2012
De esa manera, la palabra como herramienta de construcción y análisis de conocimiento ganó también nuevos receptores y nuevos productores.
Con orígenes académicos y especialidades diversas, una generación de nuevos ensayistas locales vinculados a áreas como la literatura, la filosofía y la sociología –entre muchas otras–, han comenzado a expandir su territorio de intervención también de la mano del crecimiento de editoriales independientes que abren su catálogo no sólo a la ficción.
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Por su lado, el docente universitario y doctorando en Filosofía y Ciencias Sociales Tomás Borovinsky encara la filosofía con su reciente Posteridades del hegelianismo (Teseo). “Junto a Fabián Ludueña Romandini y Emmanuel Taub nos propusimos armar un libro sobre los que vinieron después de Hegel. Werner Hamacher afirmó alguna vez que confrontar con Hegel implicaba ya inscribirse dentro de su sistema. Michel Foucault decía algo muy parecido, todos los que vinieron después de Hegel están marcados por él. A favor o en contra. Algunos lo señalan como el último filósofo y otros como la cumbre del pensamiento, Hegel es un fantasma que recorre la filosofía moderna”, cuenta Borovinsky.
“Publicar en una editorial independiente como Teseo implica tener una relación directa con el director editorial, que tiene un amor y un cuidado especial por las ediciones. A su vez, Teseo tiene un sistema de distribución global vía Internet. El libro está pensado para aquellos que busquen adentrarse en nuevas lecturas de los herederos de Hegel. No es apto para ‘acartonados’, podríamos decir. Creemos que esa es la mejor forma de ser fieles a estos autores admirados por nosotros”, explica el autor, convencido de que “algunos de los más grandes sociólogos contemporáneos también son escritores como Michel Houellebecq o James Ballard.”