Por Carlos Boyadjián, para Clarín – 12/02/2012
Luego de tres años seguidos de caída en el volumen de libros editados en el país, en 2011 cambió la tendencia y el año cerró con un incremento en la producción, tanto en títulos publicados como en cantidad de ejemplares. Estimaciones conservadoras de la Cámara Argentina del Libro (CAL), que administra el registro de ISBN (nomenclador para nuevas publicaciones), indican que el año pasado se editaron más de 100 millones de ejemplares (33% más que en 2010). En cuanto a títulos, se publicaron 26.800 en 2011, contra 26.400 el año precedente.
Este buen desempeño general, sin embargo, no logra despejar la preocupación que hay en el sector por el impacto de la inflación y su correlato en la rentabilidad. Si bien para 2012 se espera mantener el nivel de actividad y los números globales de producción, las editoriales ya han empezado a mirar con lupa sus estructuras de costos y buscan ser más eficientes en las decisiones de publicación, para optimizar los resultados.