Por Guillermo Cadenazzi – 12/12/2011
El libro de Helena Alapin realiza un aporte interesante y muy completo en un tema, la historia de la siembra directa en Argentina, sobre la que casi no existían estudios específicos. Exceptuando el trabajo de Ekboir (2002), el resto son estudios que analizan el fenómeno de manera parcial, como una técnica más, y sin dar cuenta de la complejidad de su difusión.
Dentro del marco general de avance del cultivo de la soja y las transformaciones en el agro pampeano que se vienen registrando desde la década del ´60, la autora se centra en el origen, adaptación y difusión de una innovación tecnológica, la siembra directa (en adelante SD). Decimos innovación porque, como Alapin se encarga de demostrar a lo largo de todo el trabajo, la complejidad de su adaptación y difusión impide considerarla como una mera técnica asociada al cultivo de la soja. En este sentido, la autora critica la teoría sobre el cambio tecnológico inducido, que considera la más difundida en nuestro país, que resta importancia a las adaptaciones locales centrándose en la innovación original. Por el contrario, Alapin, apoyándose en los trabajos de Nathan Rosemberg (1979) y Carmen Sesto (2006), afirma que la adaptación de una innovación al medio local tiene similar importancia y puede considerarse un proceso de innovación tecnológica en sí misma.