El célebre semiólogo y medievalista italiano, autor de la novela El nombre de la rosa, opina sobre las ventajas que trajo la tecnología digital y sobre sus deudas. A su juicio, «hay demasiados libros», y las computadoras deberían ayudarnos a «reducir la masa de libros publicados»
(…) El debate sobre el fin de los libros es artificial: si hoy miro a mi alrededor en las librerías me veré confrontado a una masa de libros en constante aumento. Porque es un hecho que cada año hay más libros, demasiados libros. Si la computadora realmente ayudara a reducir la masa de libros publicados, eso sería una mejora.
[Leer más en revista Ñ, edición del 25 de octubre de 2008]