Por Gustavo Pablos – La Voz del Interior, Córdoba
Desde la aparición de la computadora personal hasta las más recientes netbooks , pasando por las notebooks y laptops , hubo un aspecto al que hasta hace poco tiempo no se le pudo encontrar una solución. La creación de monitores o dispositivos electrónicos que permitieran la lectura de libros, revistas o manuales sin que la experiencia redundara en dolores de cabeza e incomodidad física y de la vista. Eso no fue uno de los principales motivos por el que la lectura no ha pasado, de forma masiva, de los libros y revistas a las computadoras. (…)
Cambios de hábitos. «Una persona habituada a leer en papel puede decir ‘Nunca voy a poder leer en pantalla’, pero dudo que siga pensando lo mismo luego de experimentar estos dispositivos», señala Octavio Kulesz (director de Teseo, editorial virtual).
Entre los efectos que puede traer la aparición de estos dispositivos, Kulesz advierte que se leerá mucho más por el mayor acceso a las obras (por ejemplo a las que son de dominio público y se ofrecen gratuitas en la web) y que se producirán cambios en el tipo de lectura ya que «en los libros de puro texto se pasará a una modalidad probablemente menos «inmersiva» y más «extractiva». Pero, además, y en parte impulsado por los recursos multimediales (fotos, videos, audio), es posible que «el lector adquiera un rol más activo porque podrá comentar y compartir con otros sus opiniones».