El mirador estrictamente lingüístico se verifica insuficiente para abordar las primicias de la comunicación y el habla. Los estudios empíricos no dejan de apuntar en dirección a una reevaluación del marco teórico. Hacia finales del período holofrástico, gesto y palabra cooperan como canales comunicativos capaces de integrar información diversa en un mensaje coordinado. De esta manera, antes de que en la etapa de las dos palabras el niño pueda anexar dos unidades de modalidad verbal, los compuestos de gesto-verbalización son la variante inaugural de la emisión semiótica compleja (y la matriz inveterada para nuestras comunicaciones cotidianas en la vida adulta). La sinergia entre ambos tipos sígnicos, de factura y de concepción muy diferentes, permite pensar una gradualidad entre la comunicación elemental, por unidades simples, y aquellos acoplamientos en los que se manifiestan, intermodalmente, primeras composiciones de sujeto y atributo (proposicionalidad gramatical).
Fernando G. Rodríguez es magíster en Psicología Cognitiva y doctor en Educación (UBA). Se ha desempeñado en la actividad clínica (Hospital Bernardino Rivadavia) y ha sido becario del Deutscher Akademischer Austauschdienst. Actualmente es profesor titular de Semiología y Comunicación Humana (UAI) y profesor asociado de Filosofía, Pensamiento Crítico y Lenguaje, Lógica y Argumentación (UADE). Su trabajo en investigación se ubica en la interfaz psicología-semiótica y gira en torno a la teoría del signo, la historia del concepto de significación en el pensamiento occidental y el desarrollo de habilidades semióticas en la infancia temprana.