La política tiene más que ver con la convivencia humana significativa que con la cuestión del poder, la hegemonía y la forma de repartirla, aunque eso, sin duda, también forma parte del discurso, si bien no es lo principal. El hombre no puede vivir solo, está llamado a convivir, pero la convivencia humana no es mera yuxtaposición de personas, sino proyectos comunes y, ante todo, conversación compartida sobre eso. Mas no puede haber diálogo significativo si no hay verdad y posibilidad humana de alcanzar algo de ella. Esa verdad no la creamos con nuestro discurso, sino que nos sale al encuentro.Este texto expone algunas ideas de la Política de Aristóteles y traza un recorrido desde aquellos tópicos hasta nuestros días, a partir de la convicción de que aún sigue siendo significativo mucho de lo que allí se dice.
La democracia en la que pensaron los atenienses del período clásico es un «régimen filosófico» basado en el diálogo entre quienes buscan la verdad. No quiere esto decir que el gobierno civil lo ejerza «la verdad», o que quien lo ejerza lo haga en nombre de ella. Lo que en rigor significa un régimen filosófico es el régimen de la búsqueda de verdad.
En democracia la verdad es muy importante. El régimen civil es el de quienes buscan la verdad, i.e quienes aman el diálogo. De ahí que el relativismo –así como el escepticismo, aparentemente más modesto y atemperado– resulte devastador para la polis.
José María Barrio Maestre es doctor en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, donde ejerce como profesor titular. Antes enseñó Filosofía y Ética en Institutos de Bachillerato de Madrid. Amplió estudios postdoctorales en Alemania y Austria. Ha publicado 20 libros, más de 50 en colaboración y más de un centenar de artículos en revistas de Filosofía y Educación. Además, ha traducido al castellano más de 50 trabajos de profesores alemanes y 3 libros de Robert Spaemann.