Por Raquel Garzón – Revista Ñ
Atento a que más de un muerto ilustre (la novela, el arte…) ha resucitado, haciendo morder el polvo a los profetas, Octavio Kulesz, director de Teseo, primera editorial «nativa digital» de la Argentina, no dice que el libro de papel tiene los días contados, pero casi. «Conservarán siempre el lugar de prestigio», afirmaba esta semana en una charla sobre el futuro del mercado editorial. Pero apuesta sus fichas a experiencias que aprovechan la tecnología para pensar en alternativas a la fiebre del best-seller y los stocks voluminosos. Editoriales como la suya, especializada en libros académicos, que apunta a «nichos», publicando títulos de venta sostenida en el tiempo y que a pedido del lector pueden imprimir incluso un solo ejemplar de cualquiera de los títulos de su catálogo, algo que supone eliminar la noción de libro agotado. O chiches tecnológicos como la Mac Tablet (foto) que se promete para fines de 2010 como una minicomputadora con pantalla táctil, de apariencia y uso similar al iPhone, pero con las prestaciones y la conectividad de una pc. «Usada en forma horizontal será una netbook, verticalmente, un libro perfecto», se entusiasma Kulesz para quien este modelo superador será un «tsunami», para editoriales y librerías tradicionales. Teseo (www.editorialteseo.com) publica 10 títulos mensuales, imprime libros a demanda en Argentina, EE.UU., España y México y vende otros en formato digital. Aunque reconoce que existen problemas con la «lectura profunda» en pantalla (novela, poesía), Kulesz acerca datos para pensar. «Una tirada de 1000 ejemplares equivale a cinco árboles. Este modelo ahorra papel, tinta y costos». Los lectores dirán.