El auge de los conflictos menores e internos en los últimos veinte años revela que, junto con el fin de la Guerra Fría, la concepción de guerra convencional empieza a ser insuficiente para abordar el estudio de los enfrentamientos bélicos. Las confrontaciones entre Estados son reemplazadas por disputas intraestatales que responden a animosidades profundamente arraigadas y sostenidas en el tiempo, ligadas a reclamos por derechos colectivos a través de grupos identitarios. Estos conflictos tienen consecuencias que traspasan las fronteras, generando su internacionalización e inestabilidad regional. Frente al apogeo de este tipo de enfrentamientos, aparece la Regulación de Conflictos como disciplina complementaria para las Relaciones Internacionales.
En América del Sur, ante los hechos de violencia acaecidos en el departamento de Pando (Bolivia) en septiembre de 2008, la UNASUR intervino para evitar una radicalización extrema de la confrontación. Este trabajo se propone, a través del análisis de las declaraciones y del informe de UNASUR en relación con aquellos sucesos, revelar qué tipo de enfoque de Regulación de Conflictos (gestión, resolución o transformación de conflictos) fue utilizado por dicho organismo en su intervención.
Gabriel Sánchez es licenciado en Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Abierta Interamericana. Ha orientado su formación hacia el análisis de los conflictos y los estudios de paz. Actualmente participa en el dictado de las asignaturas Política Internacional Contemporánea y Negociación y Proceso de Toma de Decisiones de la mencionada universidad. Además, colabora en actividades de divulgación como columnista de relaciones internacionales en un programa radial y en el comité editorial de una revista de su especialidad.