Argentina y España han mantenido a lo largo de su historia un vínculo intenso. La distancia entre ambas no aminoró la atracción mutua, cercanía que se manifestó con avidez desde los tiempos coloniales, se revolucionó con violencia durante las embestidas independentistas y fue subyugando a millones de migrantes con la promesa de tierras, bienes y sueños. Es ya un recorrido de ida y vuelta, que ayudó a construir identidades nacionales con rasgos compartidos, fecundadas por los idiomas, las letras y las culturas.
Si las relaciones bilaterales son de un perfil privilegiado en el escenario internacional, esa singularidad no ha estado libre de agudas tensiones. Argentina es un país difícil para España. España, a la vez, es propia y ajena para Argentina.
Este libro pretende bucear en momentos de cercanía y de fricción hispano-argentina, con sus luces y con sus sombras, y reflexionar sobre el legado de esta amistad de pueblos, más allá de circunstanciales disensos que inversiones y políticas han instalado en el presente, ofreciendo a un amplio público de lectores razones para entender por qué es posible esperar la riqueza de nuevos encuentros entre argentinos y españoles.