El panorama impositivo latinoamericano es un escollo que dificulta la expansión y la rentabilidad de Amazon en el continente
Por Raquel Garzón para El País – 27/06/2014
Mientras la pelea de fondo entre Amazon y los grandes grupos editoriales por el precio de los libros se juega en Estados Unidos y Europa, ¿qué pasa en América Latina, donde el libro electrónico ocupa menos del 2% del mercado? “Es todavía demasiado temprano”, resume al evaluar la situación Ricardo Nudelman, gerente general del Fondo de Cultura Económica de México, donde abrió amazon.com.mx. «Instalaron su tienda hace pocos meses, y el FCE sólo trabaja con ellos para la venta de libros electrónicos, por lo que representan un número pequeño del total que vendemos, no así Amazon de Estados Unidos, que es quien más libros nos vende». Las reacciones aún son inciertas: “Es probable que la llegada a México haya producido cierta inquietud en algunos editores y distribuidores, debido fundamentalmente a su poderío y tendencias hegemónicas (caso Hachette y otros). No han hecho publicidad ni promoción del sitio, pero lo harán pronto. Seguramente ocuparán una porción importante en las ventas de libros de papel cuando decidan encarar este canal”.
Gran parte del éxito de Amazon se relaciona con la capacidad de entregar en tiempo y forma sus productos. América Latina tiene una superficie de 22.222.000 kilómetros cuadrados (unas 44 veces la de España), con legislaciones, monedas y sistemas de transporte dispares que complican la logística exponencialmente. Debido a la restricción de importaciones que existe desde 2011, en Argentina por ejemplo, son frecuentes los comentarios en las redes sociales de compradores que nunca reciben sus envíos, y se embarcan en tortuosos reembolsos.
Octavio Kulesz, responsable de Teseo, una editorial nacida digital en 2007 con sede en Buenos Aires, que se centra en textos de ciencias sociales, destaca el “hacer pie” en una geografía como una clave del comercio electrónico: “El lanzamiento de los dominios amazon.com.mx y amazon.com.br le permitió vender sus libros electrónicos en monedas locales y trabajar con una interfaz adaptada al español y portugués. En el resto de la región, los usuarios deben dirigirse al dominio estadounidense si quieren comprar un libro para el Kindle. Esto es un problema no sólo porque los dispositivos Kindle son escasos en Argentina, Bolivia o Perú, sino porque las descargas deben pagarse en dólares, lo que puede derivar en recargos y otras complicaciones”.