Por Sebastián Campanario para La Nación – 9/03/2014
Con más de 85.000 millones de neuronas, el cerebro humano está considerado la red más compleja que existe sobre la Tierra: como cada unidad interactúa con miles de sus pares, las conexiones posibles superan en varios órdenes de magnitud a las de los links entre todas las páginas de Internet creadas hasta ahora.
«Los economistas estudiamos las interacciones de 7000 millones de personas que tienen cerebros por lo menos tan buenos como los nuestros -define a la denominada «ciencia sombría», medio en broma, medio en serio, Daniel Heymann, profesor de la UBA, de Udesa y director del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP)-. ¡Menuda tarea!»
Tantos las neuronas de nuestro cerebro como la interacción de personas con semejantes o con objetos forman redes tan vastas y complejas que, a priori, parecerían casi imposibles de describir, de analizar o de formalizar en modelos. Y, sin embargo, dos de las ramas más nuevas y promisorias de la economía no tradicional están abocadas a ellas. Lo interesante es que ambos campos acaban de alumbrar sendos libros con autores, experimentos y contenidos locales. Se trata de toda una novedad para el recorrido argentino de la economía no convencional, cuyo «corpus», hasta hace poco tiempo, se nutría exclusivamente de aportes que llegaban de las universidades y centros de estudio de Estados Unidos y de Europa.
Heymann publicó, en coautoría con los físicos Roberto Perazzo y Martín Zimmermann, el libro Economía de fronteras abiertas: exploraciones en sistemas sociales complejos (Teseo-Udesa). En el mismo mes, el economista Martín Tetaz, profesor de la Universidad de La Plata e investigador del Cedlas, lanzó Psychonomics (Ediciones B). Las dos obras pivotean en la frontera con otras disciplinas (uno con la física y, en menor medida, con la biología; el otro con la psicología y las neurociencias) y abordan temas muy distintos, que aparecen casi en extremos del arco de «tópicos nuevos» que surgen en la ciencia de Adam Smith y John Maynard Keynes.
«Economía de fronteras abiertas» se mete con un tema caliente de la econofísica: el de los denominados «sistemas complejos», que pueden servir para describir realidades económicas como la fijación de precios en un mercado con características predefinidas, la propagación de shocks bancarios durante crisis o el tránsito de vehículos en una ciudad muy congestionada. Analizados mediante poderosas computadoras, permiten llegar a resultados que pueden ayudar a mejorar políticas públicas y regulatorias.