Por María Agustina Rato – La Nación
Tarde, pero seguro, la crisis global alcanzó al mercado editorial. Tras registrar un volumen de ventas récord de 72 millones de ejemplares y crecer a un 8,8% en 2008, el sector experimentó en el primer trimestre del año, último dato disponible, una caída de la producción del 14% interanual, hasta los 15,5 millones de unidades.
De acuerdo con un informe de la consultora IES, en el mismo período, las exportaciones de libros disminuyeron un 14,8% hasta los US$ 8,9 millones, mientras que las importaciones descendieron un 13,4%, a US$ 28,5 millones. «La profundización de la crisis internacional y la reducción de los niveles de consumo» explican estas bajas, indicó el estudio.
En realidad, la retracción de la demanda no es el único escollo que enfrenta la industria editorial. Las alzas en los costos de impresión y de los insumos, más el retraso en la cadena de pagos, que se acentuó a comienzos de 2009, complican también el panorama. Ante esta situación, las editoriales optaron por la austeridad y cambiaron sus planes de inversión para este año. «Hay un clima de caída de ventas», dijo el director editorial de Random House Mondadori, Pablo Avelluto. En la feria del libro, la empresa facturó un 25% más que año el año pasado, pero fue la excepción. «Los títulos mejor posicionados traccionaron las ventas. La mayoría de las editoriales estuvo por debajo del año pasado», explicó.